Sobre las movilizaciones estudiantiles y la calidad de la educación

Evidentemente el que los y las estudiantes secundarios se movilicen resulta un terror supremos para cuanta autoridad aparece en el devenir de este raquítico país nuestro. Tiembla ella (porque, créanlo, ella tiembla); tiembla su ministro igualmente; tiemblan los alcaldes preocupados por los pecunios de la sub-vención; tiemblan los directores de DAEM porque el alcalde tiembla; tiemblan los directores de liceos, pues porque el director del DAEM tiembla porque el alcalde tiembla, porque el ministro tiembla, porque ella tiembla. En fin, en esta telúrica realidad, aparentemente lo único que no tiembla es el sistema... pues claro. Los niños están más críticos que en la famosa generación de 'no estoy ni ahí', ¿no es eso acaso lo que se planificaba en la reforma? dice un director de liceo. Cómo sea, les invito a lleer el artículo apasionado de Sergio Mansilla Torres, poeta y académico, uno más de los residentes de Osorno, quien reflexiona, a punta de diatribas respecto de la calidad de la educación chilena. http://sergiomansilla.com/revista/actas/articulo_84.shtml

algunas palabras al vuelo:
¡¡¡se cayó el sistema!!! gritan desde la cola del banco. Alucinado corro a la calle, repasando rápidamente el ideario de Prudhon, de kropotkin y secuaces históricos. La inumerable lista de cambios que se abalanzaron a mi mente es indescriptible, iba desde la transformación urbana a la afectiva; desde la ideológica a la moral; desde las letras a lon números. ¡¡¡Se cayó el sistema!!! - gritaron-, pero cuando vi que todo seguía tal cual, comprendí a qué sistema se referían.