15.6.07

Trabajo de Consultoras. Carta enviada al Diario Austral de Osorno

Señor director:
Me presento, soy representante legal de una institución intermediaria de servicios del Estado, parte de aquel sector ciudadano que se denomina, sociedad civil o tercer sector.
El año 2008 cumpliremos diez años de trabajo aportando a diversos actores de la sociedad osornina y regional: campesinos, comunidades indígenas, pobladores y dirigentes.
Nuestro trabajo lo hemos desarrollado principalmente en contacto y colaboración con diversas instituciones de gobierno, a saber Indap, Conadi, Fondart, Fosis, Programa Orígenes, Conaf, entre otras; intermediando y operacionalizando las políticas sociales del gobierno a través del diseño y ejecución de programas y proyectos de variado carácter.
En estos diez años hemos ejecutado numerosas iniciativas, acuñando una valiosa experiencia que ha permitido ir perfilando un modelo de intervención serio y exitoso.
Durante dichas ejecuciones nos hemos sometido en forma estricta a los deberes que corresponden a un consultor, desde el momento en que presentamos nuestros antecedentes hasta la evaluación y supervisión de las propuestas ya ejecutadas.
Todo ciudadano tiene deberes y derechos, y habiendo cumplido en forma permanente con los deberes, es que en estos momentos mi reflexión apunta esta vez a nuestros derechos.
En el marco de esta relación que hemos forjado con el gobierno y sus instituciones ¿Qué esperamos del gobierno para con instituciones como la nuestra?
Nada peculiar: objetividad, ecuanimidad, excelencia técnica, coherencia.
Tales expectativas se aplican a todos aquellos aspectos relativos a una propuesta, desde su presentación en el marco de alguna licitación, hasta su finalización y cierre.
Así como nuestro accionar es cautelado por una propuesta técnica, antecedentes curriculares, institucionales, humanos y garantías financieras ¿Quién nos resguarda de actitudes de parcialidad y/o discriminación? ¿Dónde están nuestros derechos al momento de ser sometidos a procesos de licitación viciados? ¿Quién vela por nuestro derecho y el de nuestro equipo, a un trabajo que nos dignifique y no nos degrade?
Nuestra expectativa es nada más y nada menos que así como nos exigen, la contraparte también se exija; se exija en calidad, seriedad e imparcialidad. Sólo esperamos que el trabajo sea para todos aquellos capaces de desarrollarlo a cabalidad y que los mecanismos que el gobierno ha implementado para que reine la transparencia y la probidad, sean realmente utilizados para el bien público y no manipulados para favorecer intereses personales o partidarios.